El futuro de los migrantes venezolanos ante las nuevas políticas de Trump

Las  nuevas politicas de Donald Trump para atender el tema migratorio han generado inquietud dentro y fuera de las fronteras estadounidenses, especialmente para los venezolanos que huyen de la crisis humanitaria que persiste en Venezuela.

La administración Trump ha establecido tres líneas esenciales que se han venido ejecutando practicamente desde el primer día: cerrar las fronteras, expulsar migrantes y recortar los fondos otorgados por el gobierno de los Estados Unidos a los organismos de cooperación internacional.

Estas medidas impactan directamente a los países receptores de personas en situación de movilidad humana provenientes de Venezuela y entre ellos el más afectado será Colombia donde reside la comunidad de migrantes venezolanos más grande del mundo con cerca de tres millones de personas.

Ante este escenario, es urgente plantear soluciones y estrategias para la integración de los migrantes en sus países de acogida, evitando que la falta de oportunidades los empuje a la informalidad o la delincuencia.

1. Colombia: de la contención a la integración

La política migratoria colombiana tuvo unos pasos bien definidos que se han ido desdibujando con el cambio de gobierno.

De aquellos logros importantes como el Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos (ETPV) que condujo a un programa de regularización migratoria consagrada con el Permiso de Protección Temporal (PPT), documento clave para la caracterización y la integración de los migrantes a la vida social de Colombia, se ha regresado a políticas asistencialistas, mal definidas y peor ejecutadas.

En la coyuntura actual, con la disminución de los fondos internacionales, se vuelve imperativo un cambio de enfoque: en lugar de ver la migración como un problema, debe asumirse como una oportunidad para el desarrollo del país.

Para ello, se necesitan políticas claras de inclusión en, por lo menos, tres áreas clave:

  • Empleabilidad: Crear incentivos para la contratación de migrantes en sectores donde hay escasez de mano de obra, facilitando la integración laboral y reduciendo la competencia desleal en el mercado informal.
  • Emprendimiento: Diseñar programas de apoyo para emprendedores venezolanos, brindando acceso a créditos, formación y asesoría legal para fortalecer sus negocios.
  • Convalidación de títulos: Simplificar y agilizar el reconocimiento de títulos profesionales, permitiendo que médicos, ingenieros, docentes y otros profesionales venezolanos puedan aportar su talento a la sociedad colombiana.
El PPT, documento de regularización que debe ser redimensionado

Estas medidas no solo beneficiarían a los migrantes, sino que también ayudarían a Colombia a aprovechar su capital humano, reducir la desocupación y mejorar la seguridad.

2. Mayor incidencia de organismos regionales

La crisis migratoria venezolana no es solo un problema de Colombia, sino de toda la región. Es necesario que organismos como el MERCOSUR, la Comunidad Andina de Naciones (CAN), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Corporación Andina de Fomento (CAF) y hasta la  Organización de Estados Americanos (OEA) asuman un rol más activo en la creación de políticas coordinadas.

Esto incluye:

  • Programas de movilidad laboral dentro de la región.
  • Fondos de cooperación para la integración económica y social de los migrantes.
  • Estrategias conjuntas para la regularización y protección de sus derechos.

Si la presión migratoria aumenta debido a las políticas de Trump, los países de América Latina deberán fortalecer sus lazos para evitar que la crisis se agrave.

3. Comunidades venezolanas solidarias y productivas

Ante la disminución del apoyo internacional, la autogestión será clave para la comunidad venezolana. En este sentido, la organización y la solidaridad interna pueden marcar la diferencia.

Algunas estrategias incluyen:

  • Redes de apoyo basadas en la identidad connacional, donde los migrantes se ayuden mutuamente en temas de empleo, educación y asistencia social.
  • Consumo solidario, promoviendo la compra de productos y servicios de emprendedores venezolanos para fortalecer la economía migrante.
  • Cooperativas y fondos de crédito comunitarios, que permitan a los venezolanos acceder a financiamiento para sus proyectos sin depender de bancos tradicionales.

El endurecimiento de las políticas migratorias en EE. UU. obliga a replantear el futuro de los migrantes venezolanos en la región. Colombia y otros países de acogida deben asumir un enfoque más estratégico, apostando por la integración y la productividad en lugar de la contención. La comunidad venezolana, por su parte, deberá fortalecerse internamente para enfrentar los nuevos desafíos con resiliencia y solidaridad.

El reto es grande, pero también la oportunidad: si se toman las decisiones correctas, la migración venezolana puede convertirse en un motor de desarrollo y crecimiento para toda la región.

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