Dicen que lo que mal empieza, mal acaba.
Y es que, desde que se anunció que la organización de belleza más importante del mundo: Miss Universo, sería dirigida por primera vez por una mujer, además transgénero, suscitó un debate de opiniones encontradas que no ha cesado.
Las polémicas están dirigidas tanto a su identidad de género, como a las medidas que propone en los nuevos rumbos del certamen de belleza más importante del mundo.
De hecho, la nueva dueña de la corporación, la multimillonaria tailandesa Anne Jakkaphong, abrió la puerta para que mujeres casadas y/o con hijos, puedan representar a sus países; y también para la posible inclusión de mujeres trans en el certamen.
¿Logrará calar esta apertura entre el público del certamen?
¿Qué opinas sobre la posibilidad de que una mujer transexual pueda coronarse como Miss Universo?
Es de recordar que la corporación IMG, una filial del gigante del entretenimiento estadounidense Endeavor, fue la propietaria del certamen Miss Universo desde 2015 hasta su cierre con un «sabor amargo» para la fanaticada.
El descontento con la elección de algunas reinas, la desorganización durante las concentraciones, las restricciones en el ámbito de redes sociales y el encierro de las triunfadoras en un apartamento de Nueva York, llevaron al concurso a la quiebra económica.
Esto debido a que la cantidad y la calidad de los patrocinadores no eran las mismas en comparación con la era de Donald Trump.
En el último trimestre de 2022, el certamen universal se declaró oficialmente en «bancarrota» y puso a la venta los derechos de la organización por la «jugosa» cifra de $20 millones de dólares.
La Tía Anne al rescate
Anne Jakkaphong es una magnate de los medios de comunicación tailandesa y defensora de los derechos de la comunidad gay. Además es la primera mujer (tránsgenero) que asume la dirección del popular concurso internacional, lo que ha generado no pocas controversias.
La «tía Anne» –como la llaman cariñosamente los seguidores del concurso– había dicho en rueda de prensa que siempre veía a los mismos países en las clasificatorias (lo que algunos definen como «PowerHouse» por la influencia que tienen) y enfatizó que también notaba a muchas latinas en el top 5 de la noche final de cada edición.
Pese a ello, esta conclusión no es del todo cierta, ya que, aunque las latinas se destacan año tras año, no siempre clasifican en el cuadro final.
En el Miss Universo 2022, se evidenciaron los primeros cambios en los filtros de selección de las finalistas.
Se pensó que las latinas quedarían por fuera este año, pero no fue así: estuvieron en el top 5 aunque esa noche fue coronada la representante de Estados Unidos, R’Bonney Gabriel, también de ascendencia asiática.
Esto generó otro escándalo para la «tia Anne» quien también es la dueña de la franquicia del Miss Estados Unidos.
El Miss Venezuela en riesgo.
Para garantizar la supervivencia económica del Miss Universo, Jakkaphong anunció nuevas medidas en el sistema de participación: subastas de la franquicia en cada país, controles sobre el marketing y lo más polémico: el certamen que realice cada organización nacional que obtenga los derechos, será exclusivo para Miss Universo.
Esto quiere decir que las organizaciones nacionales realizarán un evento para elegir únicamente a la candidata al Miss Universo, y para otras competencias internacionales, tendrían que realizar concursos diferentes.
El costo económico de esta medida pondría en riesgo la participación de organizaciones cómo el Miss Venezuela, Miss Perú o el Mexicana Universal, entre otras, quienes tendrían que pagar el precio de multiplicar sus eventos o perder el monopolio de estos concursos de belleza.
También dicen por ahí: amanecerá y veremos. Pero lo cierto es que los tiempos están cambiando para el tradicional Miss Universo.