Por Carmen Hernández @CohernandezC
Nos tomamos un café y te cuento una historia, es un espacio de reflexión y resiliencia que permite ver 3 caras de una misma moneda, creado para apoyar la esperanza desde 2013… y hoy decidimos volver a nuestra esencia. Disfruten esta bonita historia y me cuentan.
La fe y el amor de madre; la ayudaron a cocrear espacios de saberes. Yecris Celis es una mujer de más de 43 años, que decidió migrar para darle mayor calidad de vida a su familia. Es educadora de profesión, con más de 17 años de carrera. La situación económica, social y política la llevó a buscar oportunidades para sus hijos en otras fronteras.
Al principio su esposo vivió dos años solo en Arauca vendiendo carne. Cuando logró completar los pasajes de Yecris y sus hijos, viajaron a Medellín donde ella tenía una hermana, que la iban a ayudar mientras se estabilizaba. Su hermana en plena pandemia la corrió de su casa a ella, su esposo y sus dos hijos.
En momentos de pandemia a las personas migrantes les tocó muy duro. El hijo mayor de Yecris sufre del Síndrome de Asperger, considerado un tipo de autismo; por ende, requiere mayor atención de los padres, cuidadores y familiares. La falta de recursos y la convivencia en casa de su hermana fue insostenible.
Las personas de la comunidad donde vivían la ayudaron a encontrar un lugar de residencia, Intentó conseguir trabajo en múltiples oficios pero ninguno le funcionó hasta que decidió ofrecer sus servicios como educadora de tareas dirigidas o cuidadora para ayudar en los deberes escolares.
Como todo era virtual, muchos no sabían cómo trabajar desde casa y hacer las tareas con sus hijos. Esto le abrió una ventana de esperanza que gracias a su profesión pudo ayudar a los niños, jóvenes y padres de la comunidad con sus servicios. Eso le hizo sentir útil y crear un lugar donde podía contribuir desde sus saberes.
No ha sido nada fácil lo que les ha tocado vivir a Yecris y su familia, pero su fe en Dios le han enviado ángeles que le han ayudado para seguir avanzando.
¡La fuerza de la fe, lo puede todo!