Por: Oswaldo Smarrelli Torrealba
Unos días antes de realizarse las elecciones presidenciales del 20 de mayo de 2018, específicamente el 9/5/2018 escribí este tweet: «Lamentable que oposición no pudo estar de acuerdo en votar o no votar, juntos en una sola opción seríamos invencibles… La historia cobrará caro este episodio dónde por encima del país privaron intereses y vanidades» a través de esas palabras estaba describiendo a todas luces lo que iba a suceder producto de la falta de acuerdos, de sana discusión, de intereses nacionales, de la falta de armonía, en fin, de la falta de unidad de la oposición.
Hoy, en vísperas de un nuevo proceso electoral, la oposición repite de forma inmadura y grotesca un espectáculo ante el país y el mundo abrogándose cada quien «una unidad superior», «una verdadera oposición» pero en definitiva todas estas acciones quedarán resumidas en otro triunfo del régimen, por aquello que ya se ha dicho en otras oportunidades: Una minoría organizada es superior a una mayoría desorganizada.
En estos momentos, quiero decirles que considero que aún hay tiempo de entenderse y de enderezar un trayecto que ha venido construyéndose mal, soy defensor del voto y como tal, considero que es el derecho más poderoso que tiene el ciudadano para forjar cambios pero los partidos deben ayudar, deben ser estructuras coherentes, firmes, que empoderen a la sociedad (no al contrario), que no dividan, que no los muevan intereses internos o personales, que no se crean «sabelotodos» y algunos elementos adicionales pero en definitiva los partidos tienen que lograr ser objeto de estima, apoyo y de cambio en la sociedad.
Para no seguir cometiendo los errores del pasado y evitar que los venezolanos dentro y fuera del país sigan pagando las consecuencias, es necesario una rectificación, de lo contrario la historia seguirá repitiéndose, hasta que la dinámica e insatisfacción social promuevan y constituyan nuevas estructuras de participación y partidos políticos y que sean estos quienes protagonicen y logren los verdaderos cambios que hoy demanda Venezuela.
¿Será está una de las primeras acciones que se debe dar en el país para tener una oposición propositiva, coherente y firme?